Se ha desatado una ola de rumores en redes sociales sobre Román González y su visa estadounidense. Chocolatito empezó a viajar al país de las barras y las estrellas a partir de 2011 cuando peleó contra Omar Soto en enero de ese año, en 2012 regresó para chocar ante Ramón “el Príncipe” García y a finales de ese mismo año batalló ante Juan Francisco “el Gallo” Estrada en Los Ángeles, en lo que representó una de las peleas que marcó su carrera profesional. Tras una pausa y buscar otros horizontes como México y Japón, González volvió en 2015 a enrumbar su carrera con HBO en Estados Unidos.
Chocolatito ha realizado nueve de sus últimas 11 peleas en Estados Unidos y ha ganado más de cuatro millones de dólares. La pelea de González del pasado marzo contra Estrada fue su última entrada al país americano, al regresar a Nicaragua tras la derrota necesitaba renovar la visa de trabajo para volver, así se lo dio a conocer al medio oficialista Canal 4. “Me hace falta la visa de trabajo, se me venció, estamos en eso (refiriéndose a renovarla)”.
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No es la primera vez que González se encuentra en esa misma situación, después del estallido sociopolítico en Nicaragua ha renovado la visa estadounidense en dos ocasiones sin problemas. La Embajada de Estados Unidos en Nicaragua guarda como caja fuerte la información de cada uno de los solicitantes, por ende la única manera de saber si le negaron o suspendieron una visa a un ciudadano nicaragüense es que él mismo lo haga público, como ocurrió con el diputado del PLC, Maximino Rodríguez, quien admitió haber sido incluido en la lista de Estados Unidos cuando canceló la visa a los 100 funcionarios de la Asamblea Nacional y del poder judicial por la aprobación de leyes “que han servido para restringir y criminalizar el discurso, la disidencia y la participación política”, como la Ley de Ciberdelitos, la Ley de Agentes Extranjeros, la Ley de Soberanía y la reforma a la Ley Electoral.
En relación con Román González, siempre ha sido de conocimiento público su apoyo a la familia gobernante y el uso de propaganda política en su indumentaria, pero nunca ha tenido problemas para viajar a sus peleas por título mundial.
Desde el estallido de la crisis en 2018, Román González declaró que no le brindaría entrevistas a LA PRENSA.