Cheslor Cuthbert está demostrando ser aquel prospecto firmado por más de un millón de dólares. En situaciones extremas el ser humano saca lo mejor de sí, y el costeño parece haber despertado. Sabía que era estar en el Spring Training con Chicago o la nada: un equipo de Liga Menor o conformarse con jugar fuera del sistema de Grandes Ligas. Esa lucha consigo mismo por demostrar su capacidad la está ganando. Este domingo destrozó los envíos de Chris Paddack, el derecho abridor de los Padres de San Diego, con dos cuadrangulares y tres carreras impulsadas, reflejando su poder y dejando su promedio en .360, con nueve imparables en 25 turnos, tres vuelacerca y seis impulsadas.
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Cuthbert fue el primer bateador en el segundo episodio y con conteo de dos strikes sin bolas se encontró con un cambio de velocidad sobre la zona. Todavía Paddack tiene dolor en el cuello viendo la trayectoria del batazo sobre el jardín izquierdo. Un inning más tarde, Cuthbert volvió al plato conYasmani Grandal corriendo sobre la tercera. Un lanzamiento alto y pegado, complicado para ejercer máxima presión en el swing fue suficiente para descargar el segundo del día contra el mismo lanzador. Posteriormente, antes de salir de juego el costeño se ponchó frente a los envíos de Kirby Yates.
Erasmo fino
No se puede obviar el trabajo de Erasmo Ramírez. Llegó al Spring Training sin expectativas grandes para el equipo de los Mets de Nueva York y se está abriendo por si solo un puesto en el equipo grande. El rivense relevó en el sexto episodio un partido que ganaban 2-1 a los Astros de Houston. Ponchó a George Springer y a Michael Brantley de forma consecutiva haciendo mezcla de diferentes picheos. Perdió la pelea con Alex Bregman al darle base por bolas y aunque el anotador oficial le dio imparable a Kyle Tucker, debió haber sido error para Pete Alonso. Ramírez cerró la amenaza con elevado de Jake Adams.
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En el séptimo episodio, Lorenzo Quintana le abrió con imparable, dominó a Drew Ferguson en línea al jardín derecho, obligando a Edgardo Fermín a lanzarse por ella. No obstante, el cierre fue de alta clase con ponches consecutivos a Myles Straw y a Osvaldo Duarte. Así como inició, el nicaragüense terminó: imponente, controlado y con una confianza por las nubes. Ramírez acumula ocho entradas lanzadas, permite una carrera y poncha a 10 adversarios.
Blandino sobre .400
Alex Blandino está imparable. Es una bola nieve que se hace más grande en cada partido. En el primer episodio con dos sobre las colchonetas ligó su primer hit, empujando a Kyle Farmer contra Zach Hedges de los Cachorros de Chicago. Luego en el cuarto llegó a primera por error del antesalista y en el quinto inning con Christian Colón corriendo en la primera, ligó su segundo inatrapable, en una jugada de bateo y corrido. Blandino cerró su noche con .429 de promedio: 9 hits en 21 turnos, un jonrón y siete empujadas.
Por otro lado, la mala noticia del domingo fue JC Ramírez al ser descifrado en dos entradas para cuatro hits, cuatro carreras, un jonrón, una base por bolas y un ponche. El jonrón se lo conectó Matt Davidson con Joey Votto circulando. Ramírez dejó su efectividad en 12.60, permitiendo siete carreras en cinco entradas.