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CONTENIDO EXCLUSIVO.El pelotero de los Indios del Bóer, Álvaro Rubí, está atravesando por la mejor temporada de su carrera en el Pomares 2021. El antesalista posee el segundo mejor promedio de bateo de la Tribu con .342, solo superado por Edgard Montiel con .363. Rubí es el número uno dentro del club capitalino con 52 carreras producidas y 75 imparables conectados. En jonrones está en tercer lugar, igualado con Wuillians Vásquez con seis, por detrás de Montiel (7) y Juan Carlos Urbina (12).
El artillero, quien es hijo del exjugador y ahora cargabate del Bóer, Álvaro Rubí, se propuso para esta campaña bajar de peso, puesto que estaba demasiado pesado y eso le impedía desempeñarse con comodidad en el terreno de juego. “Me he preparado a conciencia en el gimnasio y pienso que esa ha sido la clave de mi buen rendimiento. Hacer eso me permite sentirme con las manos rápidas a la hora de batear”, destacó Rubí, quien asegura que su papá siempre está motivándolo y eso le ha servido de mucho.
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Rubí, quien está en su sexta temporada con el Bóer, está sorprendido por su cantidad de carreras remolcadas esta temporada, dado que su máxima cifra la consiguió en el Pomares 2019 con 31. Además, el artillero ha disputado 76 partidos este año y está cerca de superar su máxima cifra de juegos jugados en una campaña (86 en 2014). Otra de las virtudes de Rubí es que es muy selectivo a la hora de estar parado en el cajón de bateo, ya que solo se poncha en 17 ocasiones en 219 turnos.
El capitalino, de 24 años de edad, ha aprovechado la oportunidad de ser compañero de jugadores con vasta experiencia en el beisbol nacional. “Yo me fijo lo que ellos hacen para mantenerse cuando están con buen rendimiento y también cómo hacen para salir cuando están en una mala racha. Cuando me llegue una situación difícil en el terreno, ya sabré comportarme”, expresó Rubí.
El momento más difícil de su vida
En 2014, Álvaro Rubí cumplió el sueño de su vida: fue firmado por los Dodgers de Los Ángeles por 17,500 dólares. Estuvo cuatro temporadas en las Ligas Menores, pero no logró establecerse y fue dado de baja. No obstante, más allá de la tristeza de su salida de la organización angelina, su momento más difícil fue el fallecimiento de su mamá en 2013. “A mí mamá le gustaba mucho el beisbol. Ella me dijo que estudiara, que me bachillerara y que después luchara por mi sueño, que siempre ha sido jugar beisbol. Ella siempre quiso verme jugar con el uniforme del Bóer, porque ella siempre fue boerista”, añadió Rubí.
Rubí se muestra ambicioso a la hora de expresar sus metas a corto y mediano plazo en la pelota criolla. “Quiero ser el mejor bateador de mi equipo. También quiero terminar entre los mejores cinco artilleros del Pomares 2021. A futuro quiero ser parte de la Selección Nacional por varios años y mantenerme como un buen pelotero en el Pomares y la Liga de Beisbol Profesional Nacional (LBPN)”, detalló el jugador.