La vida de Luis Manuel Galeano y su familia cambió el día que murió su papá. A partir de ese momento dejó la escuela porque el sostén de la casa ya no estaba. Su mamá, Martha Molina, empezó a trabajar en las tabacaleras de Jalapa para darles de comer a él y sus hermanas Deyra y Flor de María. “Nos golpeó, quedamos en el aire, solos literalmente. Era todo para nosotros”, recuerda Luis Manuel, quien cuatro años después perdió a su hermana Flor de María en un accidente, en 2007.
Galeano, uno de los nueve jugadores con más de 100 goles en el futbol nicaragüense en los últimos 20 años, enfatizó que la pérdida de su progenitor —se llamaba Luis Manuel como él— marcó mucho su vida porque su familia era unida y se desintegró. Como su mamá inició a trabajar él debió irse a vivir con sus abuelos maternos. Carlos Molina, su abuelo, trabajaba cortando madera y él iba a ayudarle. También iba a cortar café o lavar malangas con sus amigos. A los 16 años de edad entró como ayudante de un bus que recorría la ruta de la comunidad El Limón, hasta que don Jorge Elvir le cambió la vida en 2011.
Elvir, un señor conocido en el balompié de Jalapa, decidió inscribir al Municipal Jalapa en la tercera división nacional y buscó a Galeano para formar parte de aquel equipo junto otros jugadores de experiencia como Milton Zeledón y Adrián Zeledón. “A partir de ese momento ya no volvió a trabajar, solo me dedicaba a entrenar y jugar. Subimos a segunda y me subió un poco más el pago hasta que llegamos a primera. Él revivió el futbol en Jalapa y le debo mucho, porque después de la muerte de mi papá siempre me ayudó en lo que le pedía”, cuenta el nuevo jugador del H&H Sébaco.
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Desde pequeño Luis Manuel escuchaba en la radio los partidos de futbol. Su gran sueño era jugar con Samuel Wilson y Rudel Calero. “Eran los que más admiraba, eran los referentes. Fue emocionante jugar con ellos. Cuando subimos a primera con Jalapa íbamos contra Estelí y no dejaba de verlos. Wilson me sorprendió en medio del partido porque me dijo: ‘oe, Galeano’. Pensé: ‘wow, me conoce’”, recuerda Galeano, quien llegó al Real Estelí en la temporada 2015-16. “Cuando estuve en Estelí le dije a Wilson que jugar con él era mi sueño y me contestó que para él era un orgullo jugar conmigo porque marcaba muchos goles. Esas palabras nunca las voy a olvidar”, asegura.
Ser parte de la selección nacional se convirtió en una meta cuando jugaba en la segunda división. “Una vez le dije a uno de mis mejores amigos, Milton Zeledón: ‘voy a llegar a la Selección Nacional y usaré el 10’. Me contestó ‘ni que soñés lo vas a lograr. Es complicado’. Ahora me reclama porque a todo el mundo le regalo una camisa de la selección y ninguna a él”, señala Galeano, quien marca cuatro goles en 25 partidos con la Azul y Blanco entre amistosos, eliminatorias mundialistas y Copa Oro.
Es un ídolo en Jalapa y tiene un cariño especial por el equipo. Ahora volvió a dejarlo porque le entregaron el finiquito. “Había arreglado con el Jalapa y cuando llegué a firmar el contrato me sacaron la baja. Entonces me fui. Nunca dije que no quería seguir, pero ahora los directivos se lavan las manos diciendo que estaba pidiendo 60 mil córdobas, cuando ni en el Real Estelí solicité esa cantidad”, indica Galeano, quien espera cumplir las expectativas en el Sébaco. “Voy a dar todo por estos colores en lo colectivo e individual. Esperamos mantener el equipo en una buena posición”, sostiene la nueva figura de los matagalpinos.
Datos de Galeano
Luis Manuel Galeano, a quien en Jalapa algunas personas llaman Romario, suma 111 goles en la Liga Primera. Debutó con 15 años con el desaparecido Deportivo Jalapa, con el que anotó un gol al América en 2007. Reapareció en la temporada 2013-14 con el Municipal Jalapa e impactó desde el primer torneo, anotando 13 dianas y 21 en el siguiente. La facilidad goleadora del jalapeño llamó tanto la atención que el Real Estelí lo fichó y mantuvo ese misma efectividad: 55 en cuatro temporadas lastradas por las lesiones. Regresó a Jalapa en 2019 y salió con 21 en dos campañas.