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CONTENIDO EXCLUSIVO.Es claro que Jonathan Loáisiga merecía una consideración para el Juego de Estrellas, pero ha pesado más la popularidad y el nombre de los peloteros seleccionados delante de él, para participar en el clásico de media temporada el próximo 13 de julio en Denver, Colorado.
Sin embargo, lo más importante ha sido apreciar la evolución y madurez de un joven lanzador que se ha convertido en una pieza confiable en uno de los mejores bullpens del beisbol de Grandes Ligas, como es el de los Yanquis de Nueva York, a pesar de la mala temporada que atraviesan.
Después de su trabajo el domingo ante los Mets, Loáisiga tiene marca de 7-3 y 2.20 en 34 juegos y 45 innings lanzados. La temporada apenas va por su mitad y Jonathan ha impuesto toda una serie de registros personales para una campaña, mientras aporta al equipo neoyorquino.
En los 45 innings de trabajo, el nica admite 35 hits, 11 carreras limpias, con dos jonrones, diez bases por bolas y 43 ponches, mientras le batean para .217 y acumula un whip de 1.00. Ambas cifras certifican lo difícil que ha sido descifrarlo, a pesar de un par de malas salidas que ha tenido.
Pero, además, Jonathan tira para strikes el 67 por ciento de sus lanzamientos y tiene un promedio de 3.8 disparos por bateador, es decir, es agresivo en el manejo de la zona y se ha vuelto muy económico en el uso de sus envíos ante cada rival. Ahora sabe cómo terminar a sus oponentes.
Loáisiga replanteó su patrón de trabajo este año. Adoptó el sinker como su mejor disparo y ajustó su curva, que ya no tiene un arco grande de arriba hacia abajo, pero se mueve a más velocidad y se corre hacia un costado como un slider, además de su estupendo cambio de velocidad.
Un 60.5 por ciento de las veces, su primer lanzamiento es strike, de acuerdo con Baseball Savant. Ante el sinker le batean .244, al cambio .171 y a la curva .100. Y aunque el disparo que más autoridad transmite es el sinker, el cambio causa más abanicados en términos porcentuales.
El nica es un tirador de poder, pero su cambio hace que sus otros disparos luzcan mejor. “El sinker se acelera si el bateador tiene el cambio en su mente, o la curva quiebra más rápido si el oponente piensa en un cambio”, dice Ryan Dunleavy de The New York Post.
Su frecuencia de ponches por cada nueve innings ha bajado (8.60) si tomamos en cuenta como andaba en 2019 (10.52), pero ha subido la cantidad de rolas que provoca (65.3 por ciento) respecto al 2019 (40). Saca más outs, con menos envíos ante cada adversario.
Loáisiga está entre los más eficientes relevistas de las Mayores y debe estar en la conversación ahora que se habla de que Aroldis Chapman podría ser removido del puesto de cerrador. Él y Chad Green son los candidatos naturales a sustituirlo, si se diera una remoción para el cubano.
Y aun cuando no vaya al Juego de Estrellas, el nica ha tenido una estelar actuación. Está entre los lanzadores de relevo con más victorias (7) junto a Yusmeiro Petit de Oakland, y solo detrás de Brent Suter de Milwaukee (8) y solo le anotan cuatro de los 22 corredores heredados que ha tenido al ingresar al juego.
Sus siete victorias, diez holds y dos salvamento, muestran claramente su incidencia en el bullpen yanqui, pero por lo visto no fue suficiente para ir al Juego de Estrellas, pero sí demuestra el salto que ha experimentado.
Edgard Rodríguez está en Twitter: @EdgardR
