El chontaleño Apolinar García soñaba desde niño con subirse al montículo para sellar las victorias de los Toros de Chontales. El pícher, de 34 años de edad, es el tercer máximo taponero en la historia de la pelota nacional con 65 rescates; el segundo lugar le pertenece a Donald Calderón con 77 y el trono lo ocupa Jacinto Carrero con 82. No obstante, al oriundo de la comarca Santa Marta, en Acoyapa, se le sigue resistiendo la oportunidad de tumbar o alcanzar a Carrero, puesto que ha estado fuera de combate del Pomares 2021 desde el pasado mes de marzo.
García, más allá de que su pasión y sustento económico es el beisbol, también se dedica a las labores del campo en sus tiempos libres. Era lunes de Semana Santa, pero para Apolinar era un día normal: agarró su machete, su botella de agua, su piedra para afilar y salió en busca de leña para utilizarla en las labores de cocina. Sin embargo, el destino le jugaría una mala pasada. “Mientras estaba picando la leña pasé en falso y me corté con el machete cerca del tobillo derecho. La herida era profunda y me tuvieron que hacer 10 puntadas; luego sufrí lesiones en uno de mis tendones y tuve que pasar por el quirófano nuevamente”, detalló el lanzador.
El calvario de Apolinar García no terminó ahí, debido a que después de la operación la herida se le infectó y retrasó aún más el proceso de recuperación, a tal punto de que pasó varias semanas sin poder caminar. “Creo que fue por descuido mío, pero gracias a Dios ya puedo caminar y espero integrarme nuevamente a los entrenamientos con el equipo dentro de 15 días. Para el 15 de julio tengo programada una cita con el médico y espero en Dios que el diagnóstico sea positivo”, señaló García, quien ha relevado en nueve partidos esta campaña con los Toros de Chontales y acumula una victoria y cinco rescates.
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La respuesta de sus compañeros y directiva
Apolinar García ha vivido bajo una incertidumbre durante los últimos tres meses, puesto que no ha recibido su salario como pelotero del Pomares porque no está activo en el campeonato. No obstante, ha recibido el apoyo necesario para poder sobrevivir a esta mala experiencia. “La directiva me ha dado una ayuda para poder comprar el sustento de mi familia. Mis compañeros de equipo también me han brindado su apoyo económico. Estoy muy agradecido con ellos, ya que esa ayuda ha sido fundamental para mantener a mi familia, mientras estoy sin trabajar”, mencionó el pícher.