Claudio Hernández es reconocido entre sus compañeros de equipo como uno de los tiradores más talentosos y es una de las piezas vitales del staff de picheo de los Dantos por su versatilidad para realizar diferentes roles, y aunque usualmente le gusta estar alejado de los reflectores, este año no tiene forma de evitar ser un foco de atención, porque está teniendo una temporada estelar.
Forjador del quinto Juego Perfecto de los últimos 50 años en el beisbol nicaragüense, actual líder en efectividad del Pomares, además de llevar una racha de tres blanqueadas consecutivas y 23.2 episodios sin permitir carrera, junto a ser el autor del triunfo mil en la historia de los Dantos, Hernández pasa por el mejor momento de su carrera y es parte fundamental en el gran repunte que ha experimentado la Maquinaria Roja en el torneo.
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El derecho de San Francisco Libre, lanzó un Juego Perfecto de siete entradas ante León, el pasado 2 de mayo en el Estadio Nacional Dennis Martínez. Luego blanqueó a Zelaya Central y Madriz. Si lo hace una vez más, empatará el récord de cuatro lechadas consecutivas de Claudio Sequeira y José Luis Cardoza.
Antes de eso, hizo tres apariciones impecables como relevista, dando como resultado una hilera vigente de 23.2 entradas sin permitir carrera, para reducir su efectividad de 2.75 a 1.27, instalándose como el nuevo líder de la liga.
No permite carrera desde que Carazo lo explotó en el tercer inning como abridor el 10 de abril, pero inició su racha el día siguiente con un relevo final de un episodio.
Desde ese punto de inflexión, lleva seis salidas, con balance de 4-0 y dos salvados. En 23.2 entradas no le hacen carrera y solamente le conectan siete hits con 13 ponches, mientras regala dos bases por bolas y golpea a dos. En otras, palabras, le toma base un corredor cada dos innings, le batean un minúsculo promedio de .095 y tiene un whip de 0.38. Literalmente está imbateable.
En su última salida, el pasado domingo en Totogalpa, llegó al quinto episodio tirando sin hit ni carrera, en un juego que concluyó en seis entradas por la regla del nocaut. Los Dantos vencieron 10-0 a Madriz y Hernández solamente utilizó 53 lanzamientos en seis innings, o sea a razón de nueve disparos por entrada.
Hernández no es ningún chavalo, pero con 28 años de edad y un historial de brazo saludable, podría estar en el momento en que la experiencia y la vitalidad se encuentran para dar lo mejor de uno. Una mala noticia para los bateadores de la liga.