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Juan Francisco Estrada derrotó a Román González entre polémica. LAPRESA/CORTESÍA

El grave error que no debe cometer Román González en la trilogía contra el Gallo Estrada

Chocolatito fue superior a Estrada, considerado como el mejor de las categorías pequeña, y con una preparación nada habitual. En su momento hasta pensó en cancelar la pelea y pedir más tiempo de prórroga

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Aquel año de 1998 ocurrió una situación que cambió la carrera del campeón mundial Rosendo Álvarez, una consecuencia al combate contra Ricardo “el Finito” López que Román González deberá tomarla como un reflejo de los errores a no cometer. El Búfalo tumbó al considerado mejor peleador de los pesos pequeños, al invicto mexicano en la Plaza de Toros de Ciudad de México y aunque lo despojaron de la victoria con un empate, las consecuencias para su carrera fueron graves.

Ocho meses después de la primera pelea estaba firmada la segunda. Algo similar a lo que sucederá entre Juan Francisco Estrada y Chocolatito, quienes pelearán en septiembre. Rosendo solamente se entrenó cuatro semanas para la revancha, una situación insólita, luego falló en la báscula al marcar 108.2 libras (tres libras encima de la categoría 105). Perdió el cetro de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) en el pesaje oficial, y llegó a un arreglo que mantenía la velada en pie que consistía en no pasarse de 114 libras en el pesaje inventado para el siguiente día. “Me habían citado para las 10:00 a.m., más tarde a las 2:00 p.m. hasta terminar esperando a las 6:00. No tuve una recuperación normal. Aun así hice un peleón”, explica Rosendo Álvarez.

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“Tuve exceso de confianza después de la primera pelea. Comencé a confiar en que si el mejor de todos los tiempos de las 105 no me pudo ganar, lo tumbé y hasta casi noquear creí que podía noquear a todo el mundo sin prepararme y de ahí inicié a descuidarme. También colaboró la inactividad a la cual me sometió Don King”, agregó el Búfalo.

Chocolatito entrenó el menor tiempo posible desde 2014 cuando dio un salto a otro nivel al empezar a ser parte de las transmisiones de HBO. González realizaba campamentos de tres meses como mínimo en otro país y así alejarse de las distracciones. Solo hubo una excepción a esa rutina y fue cuando se marchó a Japón para la revancha con Rungvisai. Para el segundo combate ante el Gallo, el nacido en La Esperanza entrenó solamente entre siete y ocho semanas, no tuvo un mes de diciembre de mucho cuido, pero una vez en el campamento con Marcos Caballero entregó hasta el último suspiro en los adiestramientos. El resultado fue un combate memorable con 1,317 golpes lanzados por el nicaragüense.

Chocolatito fue superior a Estrada, considerado como el mejor de las categorías pequeña, y con una preparación nada habitual. En su momento hasta pensó en cancelar la pelea y pedir más tiempo de prórroga para encontrar una mejor forma física, no obstante, decidió aventarse por la bolsa, la cual llegaba al millón de dólares. Ahora Román deberá verse en el espejo de Rosendo Álvarez y no cometer ese mismo error de la matemática invertida: menos tiempo de preparación, mejor pelea… eso funciona en excepciones, no es una constante.

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