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Lucas Giolito celebrando con su receptor la proeza. LAPRENSA/AFP

El lanzador que tiró un no hitter después de un entrenamiento cerebral

En este 2020 dejó su huella imborrable ante los Piratas y logró su tercera victoria. Al parecer Giolito tenía todas las herramientas para brillar, pero tenía una desconexión entre su cerebro y cuerpo

Cuando los Nacionales de Washington eligieron en la primera ronda del draft de 2012 a Lucas Giolito, tenían gigantes expectativas con él. Esa confianza se reflejó en el bono de 2.9 millones de dólares. Tras la firma, Giolito presentó problemas en el codo y tuvo que someterse a una operación Tommy John para reparar el ligamento del codo. Cuatro años más tarde, había conseguido la meta de subir a las Grandes Ligas y ocho años desde su debut en el profesionalismo, su nombre sería parte de la historia del beisbol al lanzar un juego sin hits ni carreras.

No obstante, en la cima del mejor beisbol del mundo, los números de Giolito no eran nada espectaculares. En sus primeros trabajos lanzó para 6.75 de efectividad. No gustó mucho a los Nacionales y lo transfirieron a los Medias Blancas de Chicago. En siete aperturas como abridor en 2017 quedó con 3-3 y 2.38 de efectividad. Era el momento de tener su oportunidad de un año completo. Eso sucedió en 2018 pero flaqueó con 6.13 de efectividad, siendo la peor de la MLB para un abridor y sumó 10 triunfos con 13 derrotas.

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Giolito buscó alternativas para superar ese hundimiento y, encontró un tratamiento que entrena el cerebro, logrando una mejor concentración y rendimiento. Entró al neurofeedback y biofeedback, que funcionan como medios para calmar la mente, controlar emociones, optimizar a velocidad y el rendimiento. En total Giolito asistió a 20 sesiones y le funcionó. En 2019 había sufrido una transformación milagrosa: 14-9 en ganados y perdidos, bajó su efectividad a 3.41 y pasó de ponchar a 128 rivales en 173.2 entradas en 2018, a abanicar a 228 en 176.2 innings, algo insólito.

En este 2020 dejó su huella imborrable ante los Piratas y logró su tercera victoria. Al parecer Giolito tenía todas las herramientas para brillar, pero tenía una desconexión entre su cerebro y cuerpo. Ahora todo es distinto.

Deportes Chicago mlb archivo

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