Desde la esquina se vive todo diferente. Wilmer Hernández, uno de los entrenadores de Cristofer González, nuevo campeón del mundo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) de las 112 libras tras vencer al japonés Daigo Higa, sintió que el único momento de mayor preocupación fue entre el cuarto y quinto asalto cuando el Látigo González llegó a sentarse y mostró una pequeña herida en el ojo izquierdo. “Gracias a Dios la supe trabajar para que no se notara y no afectara a Cristofer”, explicó Hernández.
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Hernández supo que tenían la pelea en el bolsillo cuando Higa conectó un volado de derecha en seco al rostro de González, este lo absorbió como si nada. “Higa tiró muchos golpes en seco, golpeando directamente a Cristofer, pero el nuestro estaba bien preparado. Soportó y siguió, hasta provocaba a Higa. Cuando vi eso dije, no hay manera, teníamos a un japonés ayudándonos y nos decía que en la esquina de Higa estaban desesperados. Siempre dije que la clave sería el aguante, el nica aguantó y llevamos a un nuevo campeón”, comentó el que fue entrenador de Román González.
“Uno que vive desde dentro todo, se da cuenta de la preparación del peleador que llevamos. Yo nunca dudé. Cuando terminó el primer asalto platicamos con Cristofer y dijo que no le sentía la pegada. Así que lo mandamos a tomar la iniciativa. Y a partir del quinto asalto le dijimos que lo tenía, que saliera a cazarlo, pero siempre que tomara las precauciones con ese gancho de izquierda”, agregó un Hernández emocionado.
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Sobre los aspectos que se deben mejorar para que se sostenga por mucho tiempo en el reinado Hernández indicó: “Cristofer ha evolucionado. Contra Shelby le faltó tirar al cuerpo, con Obbadi ser más abrumador. Ante Higa lo hizo todo bien a lo que lo mandamos. Habrá que ser trabajando en las combinaciones y que en cada una de sus peleas muestre esta faceta”, concluyó el estratega.