El excampeón Adonis Rivas –camisa roja, el pelo mantenido a raya por la rasuradora- llegó con las manos vacías al gimnasio Róger Deshón, en Managua, y salió con un título, como todo un campeón.
Diecinueve años después de haber atrapado (1999) el cetro de peso súper mosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), “El Caballo” Rivas recibió una réplica con olor a nuevo de manos del actual presidente del organismo, el puertorriqueño Francisco “Paco” Valcárcel.
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Había algo de esperanza en la ceremonia que fue amenizada con una velada de boxeo amateur. En enero del 2017, en otra de sus giras al país, Valcárcel no solo había prometido el cinturón para Adonis, sino también una “ayuda económica”. Pero ayer solo hubo título, no efectivo.
“Eso (la entrega del dinero) no está del todo concretado. Tenemos otros compromisos, ayudamos gimnasios, damos los alimentos para un hogar de niñas por todo el año, es decir, vamos poco a poco. Son muchos los hijos del muerto, hay un compromiso con él, pero otros son prioritarios”, dijo Valcárcel en torno al tema económico, promesa que había llenado de alegría a Adonis.
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“Cumplí”
“Al sentir el título en mis manos, vuelvo a tener emociones encontradas, saber que pude cumplirle a mi madre, darle lo mejor que podía”, comentó Rivas, quien estuvo acompañado por su esposa Claudia García y su hijo Adonis García.
Existen anécdotas sobre este título de Rivas, quien también fue campeón en las 112 libras. Según cuenta él mismo, en su casa del barrio Ermita de Dolores tiene el cinturón viejito de las 115 que en su momento le entregó la OMB como campeón, pero el que dice que se le perdió fue el de peso mosca, al dárselo prestado a Ana Francis Donaire, entonces esposa de Rosendo Álvarez y su representante.
“Ahora voy a cuidarlo, esto es historia”, concluyó el cuarto de doce campeones del mundo que ha producido Nicaragua.