¿Dónde está Cristiano? Raramente otra vez en LaLiga, el Real Madrid gana sin necesidad de que el portugués sea figura. Ayer Ronaldo estuvo muy intermitente y cuando la pelota le cayó a sus pies Dmitrovic, arquero del Eibar, detuvo sus disparos. Sin embargo, el Madrid se mostró con la pegada que lo caracteriza en la era de Zidane: más goles que futbol y mantuvo la diferencia de cinco puntos, con la que es superado por el Barcelona, al derrotar al Eibar 3-0.
Aunque el Eibar fue un equipo sin inhibiciones en los primeros 30 minutos, proponiendo y presionando constantemente al Madrid, fue en esa misma cantidad de tiempo que los merengues definieron el encuentro. 2-0 cuando ni siquiera el juego había llegado al ombligo deprimió a los visitantes. Asensio dejó su sello en el primer tiempo. Primero con un centro peligroso y el defensor Pablo Olivera, quien trataba de evitar a toda costa que Sergio Ramos cabeceara terminó marcando un autogol al 18’ y al 27’ un trazo magistral de Isco que Asensio lo magnificó al golpear la pelota en primera instancia y batir las redes de Dmitrovic.
El campeón a punta de goles despertaba del letargo jugando en casa. Ronaldo se miró desesperado en el segundo tiempo en la búsqueda del gol. Ha jugado cinco partidos en Liga y solo una anotación para un depredador de su calidad dice mucho de la sequía que vive y la gente no comprende. Hay una dualidad en Cristiano, el de Champions (cinco goles en tres duelos) y en el de Liga y eso los fanáticos no le perdonan. Lo mejor de la segunda parte fue la combinación entre Benzema y Marcelo, este último jugando como volante izquierdo y no en su posición habitual de lateral, que al 82’ definió con la izquierda, dejando en la tranquilidad el partido.
Aún con Cristiano ausente, el Madrid asusta y se perfila como fuerte candidato a repetirlo todo.